Mucha tinta tendríamos que gastar si quisiéramos escribir todo lo relacionado con los famosos “juanetes”. Vamos a dar aquí unos apuntes sobre los juanetes, como se produce, cuales son sus consecuencias, cuando aparece y su tratamiento.
Mucho he debatido conmigo mismo sobre lo apropiado del título de este articulo. Pero ya que iba a dejar negro sobre blanco mi opinión, no podía dejar de hacer referencia, a que el término comúnmente usado de “dismetría” no está recogido por la RAE. Para hacer referencia a una discrepancia de longitud entre ambas piernas, se pueden usar términos como disimetría, asimetría ó heterometría, y así quería dejar constancia.
Muchas personas y deportistas acuden a nuestra consulta de biomecanica preguntando por dismetrias, por sus causas y por su tratamiento, a ellos va dedicado este post.
Las disimetrías de los miembros inferiores se pueden clasificar en tres grupos:
Las ambientales: son temporales y corresponden a un factor externo como diferencias de altura del calzado, irregularidades del terreno,…
Las anatómicas: Derivadas de una diferencia real entre las longitudes de los fémures y/o tibias. Suelen ser de carácter congénito, traumático, infeccioso ó como resultado de un trastorno del desarrollo correcto de las extremidades.
Las posturales: Las denominadas falsas asimetrías. Son derivadas de problemas posturales de las articulaciones de carga (columna, cintura pélvica, rodillas y/o pies) y que suelen estar relacionadas con alteraciones de las cadenas musculares.
Una vez definido el tema, me gustaría hacer varias apreciaciones.
En primer lugar, todos presentamos una cierta disimetría entre ambas piernas. Los humanos somos asimétricos tanto por fuera como por dentro, por lo que encontrar cierta discrepancia no debe de alertarnos. Existe una serie de indicios que nos podrán hacer sospechar de la existencia de una disimetría excesiva, como son por ejemplo, pisarnos siempre la misma pernera del pantalón ó descansar siempre sobre la misma pierna, cuando estamos de pie parados (por lo general la más corta).
Hace ya algunos años que las tiendas de deportes han incorporado sistemas con los que "diagnostican" a sus clientes, para con ese “diagnóstico” elegir la zapatilla que según el vendedor, mejor se adapta a las características del deportista, se anuncian como “estudio o análisis de la pisada”, cuando realmente se limitan a realizar una interpretación muy superficial de los datos que la maquina les aporta.
No podemos olvidar el que este tipo de diagnósticos y su empleo en la elección de una zapatilla para una práctica deportiva intensiva, como puede ser el running, puede derivar en problemas más serios, ya que muchas veces, los procesos de pronación y supinación son mas complejos de lo que aparentan y conllevan un análisis mas profundo tanto en estática como en dinámica, muchas de estas tiendas recomiendan en base a los datos aportados por una plataforma de presiones, sin tener en cuenta mas aspectos de la pisada, y recomendando y vendiendo un calzado deportivo que en ocasiones ira bien, pero en otras no.
Hemos tenido varios casos en los que a una persona pronadora les han vendido unas zapatillas para supinadores "para compensar" también a la inversa. También se manejan mantras del tipo "si eres probador desgastas las zapatillas por fuera y si eres supinador, las desgastas por dentro", que como orientación es correcta, pero no es una regla que se cumpla al 100%, es en los casos en los que no se cumple en los que peores consecuencias puede tener.
Los especialistas en la venta de calzado deportivo suelen tener una amplia formación e información del producto que venden, pero en muchos casos son desconocedores de las implicaciones biomecánicas que un calzado, así como los materiales que los conforman, puede tener sobre la dinámica de la carrera del deportista.
Tras muchos años de experiencia, el mejor resultado se obtiene cuando el especialista en la venta del calzado elige en base a las indicaciones facilitadas tras un estudio biomecánico.
Esperamos que os sea de ayuda.
A la hora de elegir el calzado deportivo que nos va a acompañar a lo largo de varios cientos de kilómetros de sufrimiento y emociones, muchas son las cosas que debemos de tener en cuenta (peso, uso, condicionamiento físico,…). Vamos a desgranar los tres factores más importantes para la mayoría de los corredores:
De las primeras cosas que hacemos cuando llega el calor es descubrir nuestros pies y
disfrutar de esa sensación de libertad que nos proporciona el uso de sandalias, y es ahora cuando nos preocupamos de mostrar los pies lo más bonitos posible.
Una de las alteraciones más frecuentes que nos encontramos son los hongos en las uñas
(onicomicosis). Es una patologia que hace que nuestras uñas tengan un aspecto engrosado, sin brillo y presenten una coloración amarillenta, pudiendo llegar a ser marrones en casos muy
avanzados.
Cualquier deportista que lleve tiempo en esto de correr, sabe que el tamaño de sus zapatillas… si que importa. Una correcta elección del calzado de running tiene como base, el acierto en la talla de las mismas.
Tú, corredor experimentado, ó tú, que te inicias en la sudorosa tarea de devorar kilómetros, sabéis (o habéis oído hablar) que el calzado de running tiene que ser algo mayor que el calzado habitual. Esto debe de ser así, porque durante la fase de pie plano al suelo tras el impacto inicial, el pie experimenta un alargamiento y un ensanchamiento por encima de sus dimensiones en reposo (hasta un 10% más). Las zapatillas de runing deben de permitir dichos cambios anatómicos, evitando de ese modo problemas entre el continente y el contenido, que se traducirían principalmente en la afectación de las uñas y de los dedos de los pies.
Pero, ¿Cuánto más grande debemos comprarnos nuestras zapatillas de runing?. Para esto no hay fórmulas exactas (aunque si circule alguna por la red: longitud del pie en cm * 1.5 + 7 mm). Que si medio centímetro más que tu número habitual, que si un centímetro más, que si te debe caber el dedo índice entre la zapatilla y el talón cuando todo el pie esta desplazado hacia adelante, que si debe de ser el pulgar, que si una uña… repito, no existen fórmulas exactas. Y es que cualquier intento de estandarizar algo tan variable, esta evocado al fracaso.
Cada pie es distinto y por tanto su expansión se modificará dependiendo de múltiples variables. Por ejemplo, un pie cavo varo se expandirá menos que un pie plano de segundo grado, pero más que uno de tercer grado. Un pie cavo valgo se expandirá más que uno neutro en la mayoría de las ocasiones, y un pie laxo lo hará mucho más que uno rígido en todas ellas. El pie se expandirá más durante el descenso en aquellas personas que suelan correr por desniveles que en aquellas que suelan correr por terrenos llanos, etc. ¿Se observa la complejidad verdad?. Y eso sin querer complicarlo de verdad… ¿corres de talón ó de metatarso?, ¿pesas 60 ó 90 Kg?, etc…porque no es lo mismo. Así que tú, que saltas por el monte cual gacela, que eres hiperlaxo y que tienes un pie cavo pronado, a lo mejor necesitas hasta 1.5 cm mas de zapatilla. Yo, que tengo un pie plano rígido, y que troto torpemente cual anciano buscando su estabilidad por la llanura de mi amada Murcia… no necesito grandes alargamientos, porque voy sobrado. Es una cuestión personal que solo tú puedes afinar. Pero como norma general, se recomienda que sea entre 5mm y 10mm más largo que la longitud del pie más grande (Ah, ¿es que no son iguales?... pues tampoco).
El pasado fin de semana (9, 10 y 11 de mayo de 2013) los responsables de cirugía de Clínica del Pie Rivera estuvimos presentes en el “XII Seminario Internacional de Cirugía Podológica” que se celebró en Valencia en el complejo deportivo La Petxina, un marco incomparable.
La Asociación Española de Cirugía Podológica (AECP) presentó un programa que contó con extraordinarias conferencias científicas sobre injertos óseos en podología, avances en el campo de técnicas MIS (cirugía de mínima incisión) para el tratamiento del heloma de Molle (callo que aparece en la base del espacio interdigital), técnicas de cirugía de rescate en caso de yatrogenias (cirugías que han tenido malos resultados) y con varios casos de cirugía en directo, donde los asistentes podían visualizar y realizar preguntas al tiempo que se desarrollaba la misma. Todo ello realizado por podólogos estadounidenses y españoles.
Desde Clínica del Pie Rivera nuestra enhorabuena a la AECP por el éxito en desarrollo y público asistente.
En el mes de marzo, tres miembros de nuestro equipo, asistieron a un curso teórico-práctico sobre osteopatía aplicada al pie, organizado por el Colegio oficial de Podólogos de la Región de Murcia (COPOMUR).
La osteopatía es una disciplina manual que trata, entre otros aspectos, la restricción de movimiento en todas las estructuras del cuerpo humano.
Durante el curso se valoró al pie como un elemento fundamental para el tratamiento osteopático global y lo importante que es qué el podólogo identifique y trate un bloqueo articular, porque, entre otras cosas, modifica la biomecánica del pie y evita la afectación en estructuras a distancia.
La manipulación osteopática está orientada a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar.
El podólogo debe tener presente las contraindicaciones y no aplicar estas técnicas cuando hay dolor y fragilidad ósea.
Antes de nada, me presento, soy Paco Cano, podólogo en Clínica Del Pie Rivera. Tras una discusión surgida sobre el calzado con "Balancin", cuya marca comercial más conocida es MTB, me gustaría realizar algunas matizaciones sobre este tipo de calzado. Este tipo de calzado intenta dar solución a la progresión de la marcha en aquellas patologías que afectan a las articulaciones cuya rigidez bien sea estructural o funcional no permiten que esta se lleve a cabo de una manera fisiológica.
Es un calzado que alivia las patologías que limitan el recorrido de las articulaciones del pie ya que el efecto balancín que genera la suela imita los movimientos naturales de las fases de un paso. La suela, tras el contacto con el suelo comienza la fase de balanceo que termina con la fase de despegue, todo esto sin que las articulaciones realicen su función, ya que la suela se encarga de todo.
Esto genera un problema y es que en pies sanos, tras un uso prolongado, las articulaciones que no realizan su función sufren un proceso de atrofiamiento articular, haciendo imprescindible el uso de este calzado.
Prácticamente, todos los problemas de los pies tienen solución o mejora, no importa la edad para ser tratados. La constancia en los tratamientos se refleja en los resultados de los mismos. Sin embargo, es importante tener presente varias recomendaciones para el cuidado de los pies.